14/10/07

REFLEXION (en un momento de angustia)


Andaré plácidamente entre el ruido y la prisa, y recordare que paz puede haber en el silencio. Viviré en buenos términos con todas las personas, todo lo que pueda sin rendirme. Diré mi verdad tranquila y claramente; escucharé a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también tienen sus historias. Evitaré las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu. Si me comparo con otro puedo volverme vanidoso y amargo; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que yo. Disfrutare de mis logros como así también de mis planes. Mantendré el interés en mi propia carrera, aunque sea humilde; es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.
Usare la precaución en mis negocios porque el mundo esta lleno de trampas. Pero no por eso me cegaré a la virtud que pueda existir; mucha gente lucha por altos ideales; y en todas partes de la vida está llena de heroísmo. Seré yo mismo. Especialmente, no fingiré afectos. Tampoco seré cínico respecto del amor; porque frente a toda aridez y desencanto el amor es perenne como la hierva. Recogeré mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de la juventud. Nutriré mis fuerzas espirituales para que me protejan en la desgracia repentina. Pero no me angustiaré con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, seré amable con migo mismo.
Yo soy una criatura del universo, no menos que los arboles y las estrellas; yo tengo derecho a estar aquí. y me resulte evidente o no, el universo se desenvuelve como debe. Por lo tanto me mantendré en paz con Dios, de cualquier modo que lo conciba y cualesquiera sean mis trabajos y aspiraciones, mantendré en la ruidosa confusión paz con mi alma.
Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos, éste sigue siendo un mundo hermoso. Me esforzaré en ser feliz.- Faby.

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